EL PRINCIPIO DE MENTALISMO

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Primer Principio de Hermes, o sea el más importante de todos Los Principios de la Creación.

Este Principio ya lo aprendiste en el librito de texto: METAFÍSICA AL ALCANCE DE TODOS Nº1. Tiene por lema “TODO ES MENTE”. Ya tú sabes que todo es mente y lo has comprobado, y te repito aquí: no aceptes nada que no puedas comprobar. Lo que te sepa a cosa que no puedas saborear déjalo para más tarde. Ya sentirás lo que yo llamo “el tiro”, sin que tengas necesidad de consultar siquiera con otros más adelantados.

Ya tú sabes que los pensamientos son “cosas”. Son materia. Se manifiestan en lo exterior. Se convierten en sucesos, enfermedades, tropiezos o premios, desgracias o felicidades, dependiendo de si son negativos o positivos, y que nadie tiene la culpa de lo que a ti pueda ocurrirte en tu vida. Sólo tú eres el productor de todo lo que te venga o te suceda. Todo depende del clima mental en que tú vives. Si eres constantemente malhumorado, no te extrañe que te traten mal. Si eres contento, risueño, feliz, optimista, no te extrañe que seas popular, amado, bienvenido en todas partes y que todo lo que te ocurre es bueno.

TENEMOS LIBRE ALBEDRÍO DE ESCOGER EL BIEN O EL MAL, LO NEGATIVO O LO POSITIVO. ¡HÁGASE SEGÚN TU PALABRA! LO QUE TÚ ESPERAS QUE SUCEDA, LO QUE TÚ DECRETES QUE SUCEDE, SUCEDERÁ. LO QUE NIEGUES, NO OCURRIRÁ. CUANDO CAMBIAS TU MODO DE PENSAR, SE TRANSFORMA LA MANIFESTACIÓN EXTERIOR.
San Pablo el Apóstol lo expresó: “Somos transformados por la renovación de nuestras mentes”.
Si alimentas ciertas ideas no tienes poder ni manera de cambiar las consecuencias. Estas son las cosas que verás suceder en lo exterior. Cada condición y situación de tu vida es la encarnación de una creencia que tienes en el subconsciente. Está alojada allí y produciendo su igual en lo exterior.

Tus verdaderas creencias son lo que ves manifestadas. Pero hay una gran diferencia entre lo que tú verdaderamente crees; lo que tú crees que crees y lo que crees que debes creer. No es difícil distinguir entre estas tres cosas, porque como no verás suceder sino lo que tú realmente crees, puedes juzgar tú mismo.
Has oído decir muchas veces que somos hechos a imagen y semejanza de Dios. Eso significa que somos creadores como Él. Dios creó los Universos con su Mente. Nosotros creamos nuestro mundo con nuestra mente. El mundo en que vivimos no es ni malo ni bueno. Todo se juzga con el cristal que lo vemos. Te lo voy a dar con el ejemplo siguiente: Piensa en una lámpara. Piénsala con un bombillo de cien bujías. Ahora colócale una pantalla de color verde. La habitación y todos los objetos que en ella hay se han afectado. Todos tienen un tinte verdoso. Los colores limpios se han ensuciado. Los ojos se han ennegrecido. Todo se ha oscurecido.

Ahora cambia esa pantalla y coloca una de color rojo. Todo se ha transformado. Los verdes se han ensuciado, los rojos se han avivado. Son los mismos objetos pero vistos con otro par de ojos.
Tú sabes que detrás de esa pantalla siempre está el bombillo blanco de cien bujías. Lo que estás viendo no es mentira. Está allí el color, pero es sólo una apariencia. El color verdadero es otro. Tú puedes quitar ese color en el momento que quieras.

Exactamente ocurre en tu vida. CAMBIA TU CREENCIA, CAMBIA LA POSICIÓN MENTAL QUE ESTÁS MANTENIENDO Y TODO SE TRANSFORMARÁ.

¿Y por qué no se ha sabido antes? ¿Por qué no lo enseñan las religiones ni las sectas, ni otras organizaciones ocultistas? Eso preguntan los discípulos de esta Nueva Enseñanza.
Porque todas las demás organizaciones que buscan la Verdad, son los pasos que hemos ido dando en nuestra evolución. Esos pasos han ido apareciendo en la Tierra a medida que los humanos podían soportarlos, comprenderlos, absorberlos. Todas las personas que están adheridas a esas sectas y religiones es porque aún las necesitan. Todas las que están estudiando la Nueva Enseñanza para la Era, ya superaron las demás. Esta instrucción es la de los Iluminados e Iniciados. Es la que estudiaban los Sabios Astrólogos, los llamados “Magos” Reyes que visitaron al Niño Jesús en Belén, los Altos Sacerdotes compañeros de Moisés; en fin, lo que instruía Hermes Trismegisto, lo cual jamás ha estado “oculto” sino para las mentes que aún no podían asimilarlo. Ya hoy la mayoría de la humanidad está lo suficientemente adulta para poder digerir las enseñanzas superiores que comienzan por la Psicología, Metafísica, Principios herméticos y luego lo que iremos dando en su momento, en esta forma clara y sencilla.

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