Parte 1: CAPÍTULO 12: "NO FORNICARÁS"

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CAPÍTULO 12
NO FORNICARÁS




En principio, esa palabra no fue la que empleó ni escribió Moisés. Lo que él dijo fue “No cometerás adulterio”, y ese fue el primer adulterio que se cometió al transcribir los diez mandamientos, el de adulterar arbitrariamente la verdad.
Siendo Moisés un adelantado, un sabio, un experto en el conocimiento de los Principios herméticos, era totalmente imposible que él instruyera (y dejara escrita la instrucción) de tratar de burlar el Principio de Generación. La palabra constituye una ofensa, un insulto a la inteligencia humana, en ese sitio en donde la colocaron los escribas, por orden de autoridades eclesiásticas ignorantes.


La misma sustitución fue hecha burdamente en las escrituras del apóstol y evangelista Mateo, capítulo 19, versículos 4 al 12. Pero esto lo trataremos más adelante. A todo conocedor de los Principios, las sustituciones bíblicas le saltan a la vista.
Como todos los Principios, el de Generación funciona de manera automática en todos los planos, y en cada plano actúa en la forma apropiada al plano. En el reino atómico un átomo se junta con otro para dar nacimiento a un elemento, por ley de atracción, cohesión y adhesión, y estas tres son condiciones naturales del Principio de Generación, o sea, que forman parte integral del Principio. No hubiera sido creado nada; no se produciría nada; no nacería nada; no evolucionaría nada si se pudiera destruir el principio electrónico del magnetismo, o sea la atracción entre el positivo y el negativo. La adhesión y cohesión ocurren después de la atracción. La adhesión es la autodeterminación del átomo; en otras palabras, el libre albedrío que contiene TODO átomo de aceptar a rechazar el unirse a otro átomo que sea o no su tipo. La cohesión es la facultad de pegarse el uno con el otro en un grado tal de fuerza, que no necesito recordarles lo que ocurre cuando se logra separar las partículas de un átomo (¡La Bomba Atómica!)
Supongo que habrás visto en lo que acabas de leer, la similitud a lo que ocurre entre nosotros los humanos. Esa similitud te ilustra a perfección el principio de Correspondencia “Como es arriba es abajo; como es abajo es arriba”. Es decir, que “estudiando la mónada se llega al ángel” como lo expresa el Kybalion.
Bien. Los Principios actúan automáticamente, por encima de todo y a pesar de todo lo que podamos nosotros hacer en contra. Si los átomos fueran ya seres humanos; o si ellos hablaran en palabras nuestras, llamarían a ese proceso de atracción, adhesión y cohesión “fornicar” ¿no es así? Igual cosa sería en los reinos botánico y zoológico, donde una abeja transfiere el polen de una flor a otra y de esa unión nace una nueva especie ¿no? Ahora díganse si está en los designios de Dios Creador impedir o prohibir esos procesos!
Es sabido que al oponer una resistencia a un Principio, se multiplica la fuerza que lo impele, y busca la salida por otros conductos, o sea, que lo único que se logra es obligarlo a desviarse; no se logra atajarlo.
En el reino animal, el Principio de Generación es llamado “sexo”. Todo el tiempo que los humanos continúen reproduciéndose por el proceso llamado sexual, están comprobando que una parte de su sistema no ha salido aún del reino animal. Y una vez que sus células evolucionan al reino inmediatamente superior, donde el Principio de Generación se manifiesta en una forma diferente, el hombre y la mujer no pueden actuar como los animales. Ya no están en ese reino y no los domina la influencia inferior. No sienten deseos sexuales, ni de comer carne. Es otro orden de cosas.
En este punto los discípulos siempre preguntan: “¿Y si todos evolucionamos, entonces se acaba la raza humana?”. No, ¿por qué?¿Siempre nos vienen por detrás millares de millares de seres que tienen que pasar por el reino animal? Te gradúas tú, se gradúa tu generación, se van graduando paulatinamente todos los seres humanos; pero si siguen llegando otros, eternamente. Jesús dijo: “LOS POBRES LOS TENDRÉIS SIEMPRE CON VOSOTROS”. Se refería no solamente a los económicamente pobres sino también a los pobres en conocimientos, los pobres en experiencias, los pobres en evolución.
También dice el Apocalipsis que el Señor anunció para esta Era que “no nacerían más niños”. Eso lo anunció para el sector humano de su época, que es el mismo que evoluciona hoy. Ya se acerca ese momento. Lo sabemos por lo siguiente y por muchas otras señales: La hora más oscura es antes del amanecer. El moribundo se mejora justo antes de morir. El enfermo se empeora justo antes de curar. La población de la Tierra aumenta en todas partes de una manera extraordinaria. Pronto comenzará a declinar.
Una de las respuestas de Jesús a sus discípulos, tocante al momento de terminarse el mundo antiguo y la entrada del mundo nuevo fue: “Cuando caiga el manto de la vergüenza”. Esto significa, cuando sea conocida universalmente la verdad. La verdad de los Principios que estamos aprendiendo, y muy especialmente la verdad que trataron de adulterar con ese título falso de “no fornicarás”; pues atrayendo la atención humana y enfocándola, oponiendo al mismo tiempo una prohibición o una resistencia, precisamente defraudaron su propósito, como expusimos más arriba. El impulso del Principio de Generación se multiplicó, y buscando su salida se desvió. Así podemos ver los efectos terribles. Es el mandamiento que ha sido más quebrantado; que ha ocasionado mayor número de abusos de distorsiones mentales y de aberraciones sexuales, de males físicos, de deshonras, vergüenzas y castigos. Todo por la sustitución arbitraria de una palabra.

Continuar en parte 2…

Bibliografía: Metafísica 4-1

(CONNY MENDEZ)

Título: NO FORNICARÁS

Cap. 12 P.pp. 99-111 Ed. Octubre 1995

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