EJERCICIOS DE RELAJACIÓN

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PRIMERO
Tumbado en "posición anatómica," (Figura 1.1) esto es, boca arriba con los brazos y piernas estirados y las palmas de la mano hacia arriba. Cerramos los ojos y intentamos poner la mente en blanco, no pensar en nada.

Realizaremos respiraciones profundas lentamente, y en la expiración, mientras que echamos el aire diremos, mentalmente, las siguientes palabras. Cada una de ellas se dirá hasta veinte veces antes de pasar a la siguiente.
Figura 1.1
1º Estoy tranquilo
2º Estoy tranquilo + estoy pesado - (Por partes del cuerpo)
3º Estoy tranquilo + estoy caliente – (Por partes del cuerpo)
4º Estoy tranquilo

Una vez hecho esto abriremos los ojos lentamente y nos levantaremos con cuidado.

A que estás más relajado ;).

SEGUNDO
Seguir los siguientes pasos:

1º Sentarse o estirarse en silencio en una postura cómoda
2º Cerrar los ojos
3º Relajar a fondo todos los músculos del cuerpo dejándolos "sueltos", apoyados en la superficie donde nos encontremos, como si tuviéramos la sensación de que esa parte nos pesara más de la cuenta
4º Empezar por los pies, pensar que nos están pesando, que se apoyan libremente sobre el sofá, cama, etc., avanzar lenta y progresivamente esta sensación de pesadez con el resto del cuerpo: las piernas, las manos, los brazos, el abdomen (sentir que toda la espalda se apoya relajadamente sobre la superficie donde nos encontremos) y así hasta los músculos de la cara. Mantenerlos relajados.
5º Respirar por la nariz. Tomar conciencia de la respiración. Al aspirar, decirse a sí mismo la palabra "uno", luego "dos", y así progresivamente. Respirar con naturalidad, no profundamente.
6º Continuar durante diez a veinte minutos. Pueden abrirse los ojos, para comprobar el tiempo, pero no utilizar un despertador ni un sistema de alarma. Al terminar, permanecer sentado durante algunos minutos más, primero con los ojos cerrados y después abiertos. No levantarse hasta que hayan pasado algunos minutos.
7º No preocuparse por conseguir un nivel de relajación profunda. Mantener una actitud pasiva y dejar que la relajación se presente según su propio ritmo. Si aparecen pensamientos perturbadores, debe intentar ignorarlos no ocupándose de ellos y volviendo a repetir "uno". Con la práctica, la respuesta sobrevendrá sin apenas esfuerzo. Debe practicarse esta técnica una o dos veces al día, pero no durante las dos horas siguientes a una comida, porque los procesos digestivos interfieren en el surgimiento de la respuesta relajante.

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